LA CIUDAD DE MENTIRA
Me encontraba dormido en mi habitación, eran las 5 de la mañana y escuche el cantar de los gallos, después de varios cacaraqueos por fin pude levantarme, tenia que apresurarme para emprender el viaje a la gran ciudad, ciudad de oportunidades, ciudad de sueños, según había escuchado decir de mucha gente que vivía acá al igual que yo en un pequeño pueblo del sur de Chiapas, pero curiosamente al poco tiempo ellos regresaban con una cara diferente a la que se habían ido, es decir con otro semblante, sin ese brillo en los ojos o esa alegría que antes reflejaban.
Yo estaba muy orgulloso de ser de esta tribu, me encantaba la ropa colorida que portábamos y nuestras celebraciones eran únicas. Yo tenía que emigrar a la ciudad porque quería ayudar a mis padres, como el hermano mayor era mi obligación, mis otros 4 hermanos atrás de mi aun estaban pequeños y aun no podían aportar gran cosa, también había decidido irme porque quería explorar esa gran ciudad de la que todos hablaban.
Por fin llego la hora de irme, me despedí de todos en la tribu y me dirigí hacia el camino empedrado que por ahí se encontraba, me esperaban varias horas de camino para poder llegar hasta las vías por donde pasaba el tren, recuerdo que llegue justo a tiempo porque de haberme tardada un minuto más seguro me dejaba.
Me subí el tren lleno de alegría todas mis ilusiones, sueños y esperanzas iban ahí, caí en un sueño profundo que cuando desperté ya habíamos llegado a la ciudad, por cierto gracias a la gente que pasaba por ahí tan a prisa y que por accidente me golpeaba con sus bolsas o cajas logre despertarme.
Llegamos como a las 7 de la noche ya era tarde y con tanta emoción se me olvido la dirección de un tío lejano que aquí vivía, recuerdo que mi padre me lo repitió cientos de veces antes de irme, pero pensé ni modos, nada me va a arruinar este viaje.
Entre tanto caminar y caminar vi a lo lejos un puente ahí se veía una fogata, lo que inmediatamente me hizo pensar en la tribu, así que decidí acercarme, mi gran sorpresa fue que estaba lleno de gente, había personas de todas las edades, pensé que se les había hecho tarde o también habían olvidado la dirección de sus parientes, decidí anexarme a ellos, creo q ellos estaban a acostumbrados a que llegaron personas nuevas ya que al pasar por ahí y acomodarme ni siquiera voltearon a verme. Pude observar a varios tipos de personas algunos tenían muchas cajas llenas de curiosidades, ropa un poco descolorida, botellas vacías, cartones, papel, algunos aparatos sarrosos , pero ellos se veían siempre contentos siempre con una botella en mano llena de un liquido transparente yo supongo que era agua, otros con una ropa que parecía más vieja que ellos supongo también que era su ropa favorita porque nunca se la quitaban, lo que más me llamo la atención fue un grupo de jóvenes que estaban fumando alrededor de una fogata, yo pienso que era un ritual porque todos actuaban raro y lo que me convenció mas fue el olor característico del humo , porque en mi tribu utilizamos una planta para remedios exactamente con el mismo olor que desprendía ese humo.
Bueno ese fue mi primer día lleno de cosas que nunca antes había visto, al día siguiente decidí salir a buscar trabajo ya no tenía que preocuparme en donde vivir porque que en el puente no estaba solo.
Caminando por ahí pude notar que casi toda la gente se ve quedaba viendo tal vez notaban que era nuevo en la ciudad y querían darme la bienvenida, algo muy simpático de ellos fue que al verme gritaban de alegría con sus risas y carcajadas, yo igual quise corresponderles y sonreí.
Por fin encontré un letrero que decía “se solicita empleado, honesto y con buen porte” , bueno eso fue lo que pude entender ya que mi español no era muy bueno que digamos, ya que en mi tribu hablábamos dialecto.
Decidí entrar y preguntar por el empleo decir que yo tenía muchas ganas de trabajar y que no les iba a fallar, pero cuando estaba a punto de entrar un señor me cerró la puerta en la cara, pero al igual que la otra gente se emociono al verme con esa gran sonrisa, fue curioso porque eso me paso en los 5 lugares al os que fui, así que pensé que para la otra tenía que levantarme mucho más temprano para que no me ganara el trabajo la demás gente. Algo que note fue que a la gente que no vestía así como yo tan colorida y alegremente, si no con unos colores más opacos y tristes no les cerraban la puerta, ni se motivaban al verlos.
Después de toda el día de andar buscando trabajo y de pasar con lo mismo decidí regresar al puente, pero en el camino mi estomago hizo un ruido extraño, tenía hambre pero cuál fue mi sorpresa que casi en cada esquina había un tonel con comida encima, incluso agua o refrescos a la mitad, que bondadosa era la gente de la ciudad que dejaba ahí lo que ya no quería para nosotros.
Cuando llegue al puente note que no estaban mis cosas, decidí preguntar a los que habitaban también ahí pero nadie me decía nada, hasta que por fin uno de esos señores que siempre estaba alegre me dijo que había visto a los muchachos del ritual que les mencione, llevarse una bolsa igual a la mía, pensé quieren hacer amistad conmigo o quizá jugar a las escondidas, pero estoy muy cansado mejor espero a que regresen.
Pasaron los días y los muchachos no volvían con mis cosas, no encontraba empleo, creo que no me había ido tan bien como esperaba, a pesar de que toda la gente era muy muy amable con nosotros. Así que mejor decidí regresar a mi tribu a contarles toda esta gran aventura y la amabilidad de toda la gente de la ciudad, y de paso egresar por la dirección de mi tío lejano y al regresar de nuevo a ver si él podía ayudarme.
Para mí este es un texto neoclasicista ya que se critica la notable discriminación que existe hacia cierto grupo de personas, y también se cuestionan las acciones que puede haber en la sociedad que externamente pueden apreciarse como relativamente buenas cuando no lo son.