MEMORIAS EN LA MONTAÑA
Era una mañana de invierno Eva estaba en la sala de su cabaña como de costumbre viendo su serie favorita “Grey’s Anathomy”, ella vestía unos jeans, una playera ajustada y un par de tenis que usualmente portaba para ir a caminar. Al finalizar la serie Eva emprendió en marcha hacia el pie de la montaña que quedaba a unos cuantos kilómetros de su casa.
Eva vivía en un pequeño pero muy cálido pueblo, este contaba con una vista impresionante, todos los habitantes y turistas que de vez en cuando se aparecían por ahí quedaban impactados al ver la inmensa montaña por la que estaban rodeados.
La vida que Eva llevaba ahí era rutinaria ya que no había mucho que hacer, Eva pasaba mucho tiempo caminando de su pequeña cabaña hacia el pie de la montaña y así poder contemplar el enorme lago que también ahí se encontraba, los ciento sesenta centímetros de estatura que Eva media, su piel blanca y tersa y su enorme sonrisa se veían perfectamente reflejados en la claridad del agua de ese enorme lago. Le gustaba pasar tiempo ahí ya que podía escuchar el cantar de las aves, sentir la fresca brisa de los árboles y en especial porque soñaba con algún día allí como de la nada poder encontrar al gran amor de su vida, todo esto de que encontraría su gran amor en el lago fue a raíz de un sueño que tuvo donde imaginaba casándose en la orilla de este, después de eso nadie le quito esa idea de la cabeza.
Paso el invierno rápidamente no había ninguna novedad en la vida de Eva con la excepción de que decidió adquirir un pequeño compañero, su pequeña mascota Katy que en realidad era un pez dorado. Por alguna extraña razón Eva dejo de ir a su gran paraíso (la montaña y el lago), por un tiempo la televisión, la pequeña cafetería y el nuevo cine que habían abierto en el pueblo la mantuvieron muy ocupada, hasta que decidió que Katy había crecido lo suficiente para volverse independiente y pensó que sería buena idea arrojarla al lago, así que decidió emprender el viaje. Pero esta vez sería diferente ya que pensó: ¿Por qué no acampar por unos días? -¡Eso sería increíble! se dijo así misma.
Al llegar Eva noto inmediatamente algo extraño en el lugar, el lago se estaba secando y en la punta de la montaña tan apenas podía notarse la escasa nieve, lo curioso de esa montaña era que como es de suponerse en invierno debería tener nieve y en primavera flores, pero aquí pasaba exactamente lo contrario en invierno flores y en primavera nieve. ¿Por qué pasaba esto?, nadie lo sabía.
Repentinamente algo distrajo la atención de Eva sobre el lago, le había parecido ver algo moviéndose a lo lejos, ella decidió ir a ver qué es lo que era caminaba y caminaba y no lograba ver nada de repente volvió a aparecer de nuevo ese movimiento entre los arbustos, Eva acelero mas el paso y logro ver unas pequeñas y brillantes alas, pensó que se trataba tal vez de algún insecto gigante o de alguna especie desconocida ya que en sus dos décadas de vida nunca había visto algo parecido, Eva todavía era demasiado ingenua y no creyó que se tratara de otra cosa y mucho menos paranormal.
Eva seguía viendo esas pequeñas alas brillantes, entre mas se acercaba a ellas corría con más intensidad, brincaba arbustos, pisaba charcos, pero ella seguía corriendo corría y corría cuando se dio cuenta Eva ya estaba en la cima de la montaña, extendió sus manos, respiro profundamente y sintió la necesidad de gritar.
Al cobrar conciencia de la realidad Eva se quedo anonadada al ver que enfrente de ella se encontraba todo lo que ella había querido en la vida y deseaba profundamente, todo absolutamente todo, su primer juguete, sus fantasías, sus sueños y sobre todo a su familia que años atrás había perdido a causa de una enfermedad desconocida. Ella no podía creer lo que tenia enfrente nunca imagino que detrás de esa montaña habría algo más, por un momento se perdió en la realidad.
A lo lejos vio a un hombre de edad avanzada, delgado, con vestimenta holgada y cabello blanco acercarse, el traía algo en la mano que no dejaba ver, su puño estaba bien cerrado. Cuando llego hasta donde estaba Eva le dijo: -Ha llegado la hora tú eres la encargada de salvar a nuestro gran paraíso. Toma esto es un talismán será tu única arma ante todo lo que se aproxima, solo tú sabrás como usarlo y podrás encontrar la palabra con lo que deseas vivir siempre . Este tenía forma de un gran diamante solo que brillaba mucho mas.
A Eva le estaba dando vueltas la cabeza no tenía ni idea de lo que estaba pasando, cuando de pronto todos los deseos e ilusiones de Eva se desaparecieron en la cima y ya solo estaba ella. Eva se desvaneció.
-Eva Eva Eva, es tarde despierta tienes que ir al colegio.
Cuando Eva salió de su casa un poco confundida por el sueño de la noche anterior extrañamente al salir encontró en la puerta un paquete, era una pequeña cajita, Eva la abrió y adentro había un talismán con unas letras dentro que formaban la palabra destino.
FIN
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