domingo, 19 de septiembre de 2010

LA CIUDAD DE MENTIRA


LA CIUDAD DE MENTIRA

Me encontraba dormido en mi habitación, eran las 5 de la mañana  y escuche el cantar de los gallos, después de varios cacaraqueos  por fin pude levantarme, tenia que apresurarme para emprender el viaje  a la gran ciudad, ciudad de oportunidades, ciudad de sueños, según había escuchado decir de mucha gente que vivía acá al igual que yo en un pequeño pueblo del sur de Chiapas, pero curiosamente al poco tiempo  ellos regresaban con una cara diferente a la que se habían ido, es decir con otro semblante, sin ese brillo en los ojos o esa alegría que antes reflejaban.
Yo estaba muy orgulloso de ser de esta tribu, me encantaba la ropa colorida que portábamos y nuestras celebraciones eran únicas. Yo tenía que emigrar a la ciudad porque quería ayudar a mis padres, como el hermano mayor  era mi obligación, mis otros 4 hermanos atrás de mi aun estaban pequeños y aun no podían aportar gran cosa, también había decidido irme porque quería explorar esa gran ciudad de la que todos hablaban.
Por fin llego la hora de irme, me despedí de todos en la tribu y me dirigí hacia el camino  empedrado que por ahí se encontraba, me esperaban varias horas de camino para poder llegar hasta las vías por donde pasaba el tren, recuerdo que llegue justo a tiempo porque de haberme tardada un minuto más seguro me dejaba.
Me subí el tren lleno de alegría todas mis ilusiones, sueños y esperanzas iban ahí, caí en un sueño profundo  que cuando desperté ya habíamos llegado a la ciudad, por cierto gracias a la gente que pasaba por ahí  tan a prisa y que por accidente me golpeaba con sus bolsas o cajas logre despertarme.
Llegamos como a las 7 de la noche ya era tarde y  con tanta emoción se me olvido la dirección de un tío lejano que aquí vivía, recuerdo que mi padre me lo repitió cientos de veces antes de irme, pero pensé ni modos, nada me va a arruinar este viaje.

Entre tanto caminar y caminar vi a lo lejos un puente ahí se veía una fogata, lo que inmediatamente me hizo pensar en la tribu, así que decidí acercarme, mi gran sorpresa fue que estaba lleno de gente, había personas de todas las edades, pensé que se les había hecho tarde o también habían olvidado la dirección de sus parientes, decidí anexarme a ellos, creo q ellos estaban a acostumbrados a que  llegaron personas nuevas ya que al pasar por ahí y acomodarme ni siquiera voltearon a verme.  Pude observar a varios tipos de personas algunos tenían muchas cajas llenas de curiosidades, ropa un poco descolorida, botellas vacías, cartones, papel, algunos aparatos sarrosos , pero ellos se veían siempre contentos siempre con una botella en mano llena de un liquido transparente yo supongo que era agua, otros con una ropa que parecía más vieja que ellos supongo también que era su ropa favorita porque nunca se la quitaban, lo que más me llamo la atención fue un grupo de jóvenes que estaban fumando alrededor de una fogata, yo pienso que era un ritual porque todos actuaban raro y lo que me convenció mas fue el olor característico del humo , porque en mi tribu utilizamos una planta para remedios exactamente con el mismo olor que desprendía ese humo.
Bueno ese fue mi primer día lleno de cosas que nunca antes había visto, al día siguiente decidí salir a buscar trabajo ya no tenía que preocuparme en donde vivir porque que en el puente no estaba solo.
Caminando por ahí pude notar que casi toda la gente se ve quedaba viendo tal vez notaban que era nuevo en la ciudad y querían darme la bienvenida, algo muy simpático de ellos fue que al verme gritaban de alegría con sus  risas y carcajadas, yo igual quise corresponderles y sonreí.
Por fin encontré un letrero que decía “se solicita empleado, honesto y con buen porte” , bueno eso fue lo que pude entender ya que mi español no era muy bueno que digamos, ya que en mi tribu hablábamos dialecto.
Decidí entrar y preguntar por el empleo decir que yo tenía muchas ganas de trabajar y que no les iba a fallar, pero cuando estaba a punto de entrar un señor me cerró la puerta en la cara, pero al  igual que la otra gente se emociono al verme con esa gran sonrisa, fue curioso porque eso me paso en los 5 lugares al os que fui, así que pensé que para la otra tenía que levantarme mucho más temprano para que no me ganara  el trabajo la demás gente. Algo que note fue que a la gente que no vestía así como yo tan colorida y alegremente, si no con unos colores más opacos y tristes no les cerraban la puerta, ni se motivaban al verlos.
Después de toda el día de andar buscando trabajo y de pasar con lo mismo decidí regresar al puente, pero en el camino mi estomago hizo un ruido extraño, tenía hambre pero cuál fue mi sorpresa que casi en cada esquina había un tonel con comida encima, incluso agua o refrescos a la mitad, que bondadosa era la gente de la ciudad que dejaba ahí lo que ya no quería para nosotros. 
Cuando llegue al puente note que no estaban mis cosas, decidí preguntar a los que habitaban también ahí pero nadie me decía nada, hasta que por fin uno de esos señores que siempre estaba alegre me dijo que había visto a los muchachos del ritual que les mencione, llevarse una bolsa igual a la mía, pensé quieren hacer amistad conmigo o quizá jugar a las escondidas, pero estoy muy cansado mejor espero a que regresen.
Pasaron los días y los muchachos no volvían con mis cosas, no encontraba empleo, creo que no me había ido tan bien como esperaba, a pesar de que toda la gente era muy muy amable con nosotros.  Así que mejor decidí regresar a mi tribu a contarles toda esta gran aventura y la amabilidad de toda la gente de la ciudad, y de paso egresar por la dirección de mi tío lejano y al regresar de nuevo a ver si él podía ayudarme.

Para mí este es un texto neoclasicista ya que se critica la notable discriminación que existe hacia cierto grupo de personas, y también se cuestionan las acciones que puede haber en la sociedad que externamente pueden apreciarse como relativamente buenas cuando no lo son.






martes, 7 de septiembre de 2010

FABULA - CUAC

El perro, la patita y el lobo







Era una tarde de primavera el sol rodeaba con su esplendor a toda la granja y los grandes árboles que estaban en ella proyectaban una enorme sombra, especialmente un abedul, en donde acostumbraba siempre acostarse el perro guardián de la granja. Un enorme pastor alemán.

El perro era temido por todos los animales de la granja, correteaba a las gallinas, molestaba a los cerdos, asustaba a las vacas, todos lo odiaban, pero en especial los patos ya que eran su alimento favorito y los compartía son sus amigos perros de los alrededores, por esto los patos todo el tiempo vivían en angustia ya que en cualquier momento podían ser devorados.

En un día al perro guardián se le ocurrió hacer una fiesta con todos sus amigos, estaba demás pensar cuál sería la cena.

En el granero todos estaban muy tensos, principalmente una patita que estaba a punto de dar a luz, ella se sentía muy triste y nerviosa porque sabía lo que iba a pasar en esa noche y ella realmente deseaba tener a su pequeño hijito y ser madre por primera vez.

Casualmente un lobo amigo de la patita andaba por ahí y decidió pasar a saludarla, el lobo al verla tan deprimida le pregunto que sucedía, la patita le conto todo y decidieron armar un plan, este consistía en que cuando escuchara el primer cuac del pato designado, el lobo tendría que salir al rescate.

Finalmente llego la noche todos estaban en posición, el lobo al fin escucho un cuac, pero este cuac era el equivocado, por fin la patita había dado a luz y este agudo cuac era del pequeño patito. Por esto el lobo se precipito al salir y los perros lo vieron rápidamente e intentaron atacarlo, los amigos del perro guardián al ver que el lobo era más fuerte decidieron irse y abandonar a su supuesto amigo.

El perro guardián suplico al lobo que no le hiciera daño, esto le hizo recordar cuando los patos le suplicaban que no los matara.

-Eh aprendido mi lección lo juro. Dijo el perro guardián.

A partir de ese momento todo en la granja volvió a ser paz y tranquilidad.

“No esperes a que te pase algo malo o que te den un escarmiento para aprender tu lección, cuando puedes vivir en paz y no siempre las personas que crees tus amigos lo son”.





domingo, 5 de septiembre de 2010

Memorias en la montaña

MEMORIAS EN LA MONTAÑA




Era una mañana de invierno Eva estaba en la sala de su cabaña como de costumbre viendo su serie favorita “Grey’s Anathomy”, ella vestía unos jeans, una playera ajustada y un par de tenis que usualmente portaba para ir a caminar. Al finalizar la serie Eva emprendió en marcha hacia el pie de la montaña que quedaba a unos cuantos kilómetros de su casa.

Eva vivía en un pequeño pero muy cálido pueblo, este contaba con una vista impresionante, todos los habitantes y turistas que de vez en cuando se aparecían por ahí quedaban impactados al ver la inmensa montaña por la que estaban rodeados.

La vida que Eva llevaba ahí era rutinaria ya que no había mucho que hacer, Eva pasaba mucho tiempo caminando de su pequeña cabaña hacia el pie de la montaña y así poder contemplar el enorme lago que también ahí se encontraba, los ciento sesenta centímetros de estatura que Eva media, su piel blanca y tersa y su enorme sonrisa se veían perfectamente reflejados en la claridad del agua de ese enorme lago. Le gustaba pasar tiempo ahí ya que podía escuchar el cantar de las aves, sentir la fresca brisa de los árboles y en especial porque soñaba con algún día allí como de la nada poder encontrar al gran amor de su vida, todo esto de que encontraría su gran amor en el lago fue a raíz de un sueño que tuvo donde imaginaba casándose en la orilla de este, después de eso nadie le quito esa idea de la cabeza.

Paso el invierno rápidamente no había ninguna novedad en la vida de Eva con la excepción de que decidió adquirir un pequeño compañero, su pequeña mascota Katy que en realidad era un pez dorado. Por alguna extraña razón Eva dejo de ir a su gran paraíso (la montaña y el lago), por un tiempo la televisión, la pequeña cafetería y el nuevo cine que habían abierto en el pueblo la mantuvieron muy ocupada, hasta que decidió que Katy había crecido lo suficiente para volverse independiente y pensó que sería buena idea arrojarla al lago, así que decidió emprender el viaje. Pero esta vez sería diferente ya que pensó: ¿Por qué no acampar por unos días? -¡Eso sería increíble! se dijo así misma.

Al llegar Eva noto inmediatamente algo extraño en el lugar, el lago se estaba secando y en la punta de la montaña tan apenas podía notarse la escasa nieve, lo curioso de esa montaña era que como es de suponerse en invierno debería tener nieve y en primavera flores, pero aquí pasaba exactamente lo contrario en invierno flores y en primavera nieve. ¿Por qué pasaba esto?, nadie lo sabía.

Repentinamente algo distrajo la atención de Eva sobre el lago, le había parecido ver algo moviéndose a lo lejos, ella decidió ir a ver qué es lo que era caminaba y caminaba y no lograba ver nada de repente volvió a aparecer de nuevo ese movimiento entre los arbustos, Eva acelero mas el paso y logro ver unas pequeñas y brillantes alas, pensó que se trataba tal vez de algún insecto gigante o de alguna especie desconocida ya que en sus dos décadas de vida nunca había visto algo parecido, Eva todavía era demasiado ingenua y no creyó que se tratara de otra cosa y mucho menos paranormal.

Eva seguía viendo esas pequeñas alas brillantes, entre mas se acercaba a ellas corría con más intensidad, brincaba arbustos, pisaba charcos, pero ella seguía corriendo corría y corría cuando se dio cuenta Eva ya estaba en la cima de la montaña, extendió sus manos, respiro profundamente y sintió la necesidad de gritar.

Al cobrar conciencia de la realidad Eva se quedo anonadada al ver que enfrente de ella se encontraba todo lo que ella había querido en la vida y deseaba profundamente, todo absolutamente todo, su primer juguete, sus fantasías, sus sueños y sobre todo a su familia que años atrás había perdido a causa de una enfermedad desconocida. Ella no podía creer lo que tenia enfrente nunca imagino que detrás de esa montaña habría algo más, por un momento se perdió en la realidad.

A lo lejos vio a un hombre de edad avanzada, delgado, con vestimenta holgada y cabello blanco acercarse, el traía algo en la mano que no dejaba ver, su puño estaba bien cerrado. Cuando llego hasta donde estaba Eva le dijo: -Ha llegado la hora tú eres la encargada de salvar a nuestro gran paraíso. Toma esto es un talismán será tu única arma ante todo lo que se aproxima, solo tú sabrás como usarlo y podrás encontrar la palabra con lo que deseas vivir siempre . Este tenía forma de un gran diamante solo que brillaba mucho mas.

A Eva le estaba dando vueltas la cabeza no tenía ni idea de lo que estaba pasando, cuando de pronto todos los deseos e ilusiones de Eva se desaparecieron en la cima y ya solo estaba ella. Eva se desvaneció.

-Eva Eva Eva, es tarde despierta tienes que ir al colegio.

Cuando Eva salió de su casa un poco confundida por el sueño de la noche anterior extrañamente al salir encontró en la puerta un paquete, era una pequeña cajita, Eva la abrió y adentro había un talismán con unas letras dentro que formaban la palabra destino.



FIN